sábado, 9 de julio de 2011

Después de la lluvia, todavía veo el cielo llorando.
Después de la lluvia, todavía no siento alivio.
Que te han visto arañar banquetas con tus tacones de aguja,
Que no sales del bar, que vives entre burbujas,
Que te sangra la nariz, que la bulimia hoy es tu gerente,
Que ya no existe barniz para tu blanco, casi transparente,
Que te inyectas la soledad y le echas polvo a la rutina,
Éxtasis de felicidad y colirio a las retinas.

Dijeron que andas por ahí,

Luciendo marcas en tus antebrazos,
Que nadie quiere ya saber de ti,
Y las pasarelas no han visto tus pasos,
Que la autoestima se te fue a París,
Y la debacle se mudó a tu casa.

Laura,

Modelo de pasarela,
Te acuerdas de mí?
Laura,
Tu primer novio en la escuela,
Ayer en un sueño vi que en el andén,
Del tren del purgatorio preguntan quien,
Quiere alquilarse un dormitorio,
En el vagón de la clase ejecutiva,
Donde Dios, el Diablo y sus mortajas juegan los dos,
Tu futuro a las barajas.

Si te acuerdas de mi, soy el mismo el que te adoraba,

Si te acuerdas de ti, no cuelgues esta llamada,
Entérate que sigo aquí, congelándome en el tiempo,
Esperando a que digas sí, para ir hasta tu encuentro.

Laura,

Modelo de pasarela,
Te acuerdas de mí?
Laura,
Tu primer novio en la escuela,
Ayer en un sueño vi, que en el andén,
Del tren del purgatorio, preguntan quien,
Quiere alquilarse un dormitorio,
En el vagón, de la clase ejecutiva,
Donde Dios, el Diablo y sus mortajas juegan los dos,
Tu futuro a las barajas.

Si te acuerdas de mi, soy el mismo al que te adoraba,

Si te acuerdas de ti, no cuelgues esta llamada.

Emptiness

Ojalá pudiera no estar aquí. Estar entre los brazos de las personas que me aprecian. Huir de esta enorme falsedad. A donde mire, siempre hay alguien a punto de atacar. Una bomba de tiempo a punto de explotar. No hay dónde esconderse, no existe ese gran escudo de cariño que proteje de la hostilidad.
Las lágrimas contenidas y reprimidas son navajas que cortan y dejan sangrando por dentro. Descontrol y locura invaden la mente, todo lo demás deja de ser importante. Hay que buscar algún refugio, hay que volar. Hay que gritar, dejar que todo salga y no dejar nada oculto dentro.
Pero no es tan fácil, no es solo decir. El frío que atrapa el alma no se cura con estufas, es algo mucho más fuerte y difícil de conseguir. El dolor no se puede aliviar con pastillas, ni jarabes, ni masajes. Es un dolor interno que parece imposible de curar.
No se debe dejar que el alma se congele y duela. El hielo es frágil, se puede romper fácilmente. Es necesario mantenerla en un ambiente cálido y suave, que no corte la respiración.
Yo necesito ese ambiente, que me haga sentir única y, quizás, hasta especial. No soy más que una más del montón. No hay nada de único en mí. No hay nada de especial. No hay nada de luz. No hay nada de calor.

No hay nada.