Todos, absolutamente todos fingen. Es difícil, pero me encuetro rodeada de miles de farsantes, encubiertos por caretas de hipocrecía. Puedo vivir así, aunque más de una vez me canso y quiero destruir todo, puedo soportarlo. Si el drama y el llanto ya son tan fáciles de encontrar como las letras en los libros, las hojas en el árbol y los peces en el río. La honestidad y la amistad son joyas extrañas, minerales difíciles de encontrar, animales en peligro de extinción. El amor es cada vez más corto, ya no dura años, no llega más allá del tiempo. Hay amores que duran minutos. Es cada día más extraño encontrar una pareja joven que se ame hasta más allá de la muerte. Descubrí que el llanto verdadero es el que se llora con el corazón, las lágrimas de sangre son la única muestra de sentimiento real. Si tan difícil es sentir, mejor no sentir y no mentir. Los ojos son las ventanas del alma, pero hay tantos lentes de contacto de por medio que ya no diferenciamos si la ventana está abierta o cerrada. Los ojos ven y muchas veces son más útiles que quien los lleva. La sociedad tiene menos sentimientos que un cadáver. Todos ellos están muertos, solo que aún no lo saben.
La realidad, es lo menos creible.
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