viernes, 4 de febrero de 2011

~ Terror ~

El dolor, la duda, el miedo. La cura, la respuesta, el refugio.
Todas esas se reflejan en tí. Me despistas, me llevas al borde de la locura, y me curas de todo, me dejas todo bien claro pero aun no logro entender. ¿Qué es esto?
Amor, odio, pasión, lujuria, inocencia, paciencia, desesperación, real, puro, cariño, fidelidad, confianza, miedo, seguridad, soledad, distancia, compañía, histeria, desenfreno.
Gritos, besos, susurros, abrazos, lágrimas, caricias, miradas, las manos tomadas, mordidas, palabras, insultos, cumplidos, burlas.

¿Por qué? Está todo equilibrado y el miedo me gana, las lágrimas pretenden escapar de mis ojos.
¿Por qué? Prometes amarme por siempre y luego dices que no puedes predecir el futuro.
¿Por qué? Desconfías, me lastimas, insinúas que soy cualquier cosa pero soy lo mejor para tí.

¿Quién podría, acaso, amarte de este modo?
¿Quién podría, acaso, cuidarte por siempre?
¿Quién podría, acaso, tenerte esta paciencia?
¿Quién podría, acaso, darte tanta felicidad?
¿Quién podría, acaso, entregarte tanto?

Escucha, querido, no hay una persona que pueda. Ni persona, ni fantasma, ni ángel, ni demonio, que pueda tener unos sentimientos tan fuertes hacia tí.
Definitivamente no lo hay.

Voy a insistir, yo se que quiero vivir contigo hasta el fin de los tiempos, tanto en la vida como en la muerte, y si hay otra vida, también la quiero a tu lado.













Ámame, ódiame, lastímame, haz conmigo lo que quieras. Pero no dudes de mi amor, de lo que sufro por tí, de lo que daría y doy, de lo que soy. No pienses que hay alguien o algo más. No te dejes llevar por los demás. Tú mismo habías dicho que no los escuchabas, "si no lo viven, no lo entienden". Esas fueron tus palabras, y ahora, ¿dónde quedó esa valentía rabiosa? ¿Dónde quedaron las ganas de poseerme en cuerpo, alma, corazón, piel y ser? Dime que siguen existiendo, que aun me deseas y aun soy la mujer que tú elegiste.



Quiero darte día a día más razones para seguir eligiéndome, no para dejarme.

































A fin de cuentas, todo el tiempo que viví sin tí, no estaba viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario